VII

 

»Algo maligno ha invadido esta parte de África. El ambiente es denso, se dificulta la respiración. Todo ha cambiado, ya no es la misma jungla, se convirtió en algo primitivo,  más allá del tiempo… sssht… los árboles son inmensos, los animales y la vegetación mutaron. Sssht… ssht… este lugar dejó de ser el Congo hace mucho y no lo notamos, miles de años en otra línea evolutiva. Apesta a pantano y un penetrante olor a pescado. Nos acechan rapiñas y felinos con cinco o siete ojos, bicéfalas, con miembros extra o faltantes. Sssht… ssht… sssht… en las sombras más profundas miradas reptilianas, como de serpientes. Se escuchan ronroneos monstruosos, zumbidos, siseos que advierten sin atacar. Sólo observan mientras caminamos entre la espesura abriéndonos paso con un hacha de mano… sssht… ssht…

»Seguimos sin entender por qué evitan el contacto con nosotros. Dudo que los asuste el hacha. Es casi como si estuviesen condicionados, como mascotas de algo que los aterra, más grande y poderoso. Algo que duerme en las entrañas de esta pesadilla. Sssht… ssht… ssht… ssht… tlinck…

»No sabemos a dónde ir, o si vamos a algún lado, pero hay dos opciones: salir de aquí, o morir. Plack… sssht… tlinck… ssht… sssht… ssht… Como sea no sabemos por dónde vamos. Seguiremos caminando con la esperanza de sobrevivir y encontrar una respuesta.

»Tras mucho caminar llegamos a un campo abierto. La luna está llena y se mueve con lentitud sobre nosotros, eso quiere decir que ha transcurrido un ciclo lunar desde la noche que oí la ceremonia religiosa de camino al campamento. Ambas están relacionadas, cada vez me queda más claro…

––Eso quiere decir que es esta noche. Dijo Danna, Gardner asintió.

»..¿Pero cuál es el verdadero vínculo? Tal vez nos guía a una trampa. Presiento la muerte en mis pasos, es como si todo aquí fuera el territorio inhóspito de la muerte y entramos vivos en sus dominios, aunque no por mucho.

»Seguimos caminando sin rumbo. La oscuridad se volvió profunda hasta llegar a una especie de lago. La luna llena ilumina la noche dejando ver la monstruosa vegetación. Aunque el paisaje es diferente la luna sigue siendo la misma, con un tono plateado, me hace creer que coexistimos en un limbo entre nuestro universo y el otro universo o dimensión paralela. Mis conocimientos de física no son suficientes para comprender el punto medio en el que coexistimos. Linda está agitada, quiere seguir explorando la orilla del lago para usar el claro de luna como iluminación. Puede ser peligroso, no sabemos qué tipo de seres lo habitan… tshh tshhh…

»¡Aaaaahhhgg!… ¡Se la llevaron!… ¡Maldita sea!…¡Se llevaron a Linda! Intenté protegerla, era mi única responsabilidad y se la llevaron esas criaturas malditas… ¡Carajo! Ni siquiera pude hacer algo entre la oscuridad. Estoy solo, no tengo alternativas, debo buscarla, tenemos que salir vivos de aquí…

»El agua del lago me pareció insegura y me adentré en la vegetación para buscar a Linda. Otra vez las bestias mutantes no me atacan, huyen si yo las intento golpear con el hacha. No tengo con qué guiarme, solamente seguiré caminando hasta encontrar una pista o alguna respuesta. No debí malgastar la morfina como un jodido yunkie, soy un profesional, ¡por Dios! ¿En qué pensaba? La despilfarré como un enfermo adicto.

»Creo que ahora si estoy quedando loco, alcanzo a escuchar tambores en la profundidad. ¡Escucho una cofradía de tambores! Muy diferente a la ceremonia que escuché la última vez. ¿Qué demonios? ¿Por qué de pronto todo es tan confuso? Me adentro aún más en la total oscuridad a merced de la locura y la muerte, la espero rápida y sin dolor, aunque ya no me importa.

Gardner, Hamilton y Danna quedaron paralizados al escuchar los tambores tribales en la grabación. Los cuales continúan mientras hablaba el médico.

»Estuve muy cerca de morir, si no fuera por Wantararía estos hombres me habrían asesinado. Sin esperarlo llegué a un oasis, una nueva esperanza de salvación. Los tambores que se escuchaban eran una ceremonia hecha por esta comunidad, conformada por personas de varias tribus cercanas al río. Wantararía los ayuda a comunicarse un poco mejor entre ellos, y a mí con ellos. Según cuentan los sobrevivientes viejos, esto comenzó hace cincuenta años, cuando aparecieron esas extrañas ruinas cerca del río. Sucedió el primer brote de Malatmut y además comenzó a desaparecer gente sana. La epidemia se fue como llegó, sin dejar rastro, igual esta vez, pero las desapariciones seguían cada luna llena. Durante cincuenta años continuó perdiéndose gente sin que nadie lo supiera o sospechara de algo más que de la espesa jungla y sus peligros. Este fue el destino de algunas almas desafortunadas, presas en este limbo espantoso. Alimentándose de carne mutante y agua estancada. Inmersos en una guerra contra los seres nefastos responsables de abrir el portal y traernos aquí.

»Conocen la ubicación de las ruinas y el lugar dónde el portal converge. Con mi llegada encontraron motivación para resistir, atacaremos y volveremos a nuestro mundo. Wantararía me comentó que la luna de hoy es crucial ya que habrá un eclipse, ellos aprovecharán la energía del eclipse lunar para terminar de abrir el portal. Debemos evitarlo a toda costa.

––Es cierto, esta noche hay un eclipse de luna, no se puede apreciar en el hemisferio norte, pero seguro en el Congo se puede ver en todo su esplendor. ––Afirmó Hamilton.

»Llegamos a las ruinas, que ahora no parecen tan antiguas. Se han renovado como una construcción de piedra negra, resguardada por esculturas de monstruos amorfos hechas del mismo material. Una luz resplandeciente emerge de la entrada. Miramos la luna en la oscuridad, ha comenzado el eclipse, tenemos unos minutos antes de que llegue a su totalidad y estos seres malignos logren su cometido. Debemos ser sigilosos, el ataque es sorpresa. Grabaré todo lo que suceda dentro del templo de estos seres grotescos. Todo quedará documentado.

»(Susurrando) Es muy importante grabar esto, hablo bajo porque podrían escucharnos. La luz de antorchas nos atrajo hasta esta cámara del templo. Un grupo de encapuchados usan a los médicos y enfermeros de la compañía en un ritual monstruoso. El altar tiene signos que jamás había visto. Juegos de polígonos y estrellas. Acaban de asesinar a una doctora. La desnudaron por completo y la abrieron desde el pecho hasta el vientre extrayendo las entrañas. Qué horror, la sangre corre por un ducto hacia la tierra. Ignoro qué invocan, pero suena decisivo. A todos los hombres los asesinaron primero, yacen en una pila sangrienta. No hay rastros ni de Mateus, ni de Baum. Puedo ver a Linda y a otras dos mujeres, desnudas, atadas con grilletes y cadenas dentro de una jaula, como si fueran el sacrificio principal. No podemos dejarlas ahí.

Gardner, Hamilton y Danna escucharon con atención una escena de caos. Disparos, rocas cayendo, gritos. El doctor Villalobos gritado el nombre de Wantararía, luego el de Linda. Sonidos extraños como siseos y aullidos jamás antes escuchados por los interlocutores de la Tascam. Una verdadera escena monstruosa de batalla.

»Ssshhht… Linda y yo logramos huir. Hice todo lo que pude en vano. En algún momento del caos, con ayuda de una estatua mal cimentada logré distraer a los encapuchados sshhht… tirándola sobre la jaula. No sé qué sea de las otras chicas, sólo Linda está conmigo. La espesa obscuridad de la jungla apenas nos deja avanzar. Shhhhht…  Al parecer todos están muertos, ni Wantararia sobrevivió. Logré discernir la verdad, Mateus era uno de ellos, la doctora Baum murió hace tiempo también. Gracias a la confusión logré tomar un libro que esos seres usaban como guía. No lo puedo creer, había leído al respecto, siempre creí que se trataba de sólo un mito. La luz de la lámpara me ayuda a apreciar el recubrimiento. Tal como dicen esos mitos, el Necronomicón está forrado con piel humana… Ssshhht… Lo hojeé un poco para discernir lo que es éste lugar, sin embargo, parece que sólo me muestra lo que quiere, como si estuviera vivo…

»Logré descubrir que el Malatmut fue creado por el Necronomicón y sus súbditos para generar suficientes sacrificios para abrir un portal y despertar un dios terrible del caos primigenio. Al menos es lo que me deja ver… Me hace pensar que la pandemia que ahora azota a la humanidad nacida en Wuhan también es parte de este plan maligno. Y esos sacrificios son para abrir otro portal… nunca lo sabré ya que el Necronomicón no me lo muestra… ––No digas eso por favor. ––Linda, la humanidad debe saber, si esta grabación logra salir de aquí puede ser de ayuda para evitarlo. ––No hagas más ruido por favor, pueden escucharnos…

Gardner, Hamilton y Danna quedaron helados y perplejos al escuchar esto.

»Llevamos mucho tiempo caminando sin rumbo. La batería de las linternas y la grabadora no durarán más, y no hay indicios de que amanezca o de salir de aquí. Al parecer no nos siguen…

Los interlocutores de la Tascam maldita escucharon, temblando de terror, un aullido nefasto, jamás escuchado por oídos humanos.

»¡Noooooo!… ¡Lindaaa!…

En la grabación, Julián Villalobos lloraba amargamente.

»Esto es muy difícil de explicar… Justo acabo de arrojar el libro en la tierra. No me interesa más tenerlo en mi poder. Hace unos minutos se repitió la escena, Linda fue tomada en el aire por un ser invisible y gigante. La destrozó frente a mis ojos, pude verlo claramente, ella flotaba en el aire, desapareciendo por partes, como si la trituraran unos dientes enormes transparentes. Después de quedar paralizado un instante salí corriendo para llegar al limbo donde veo a Linda ser devorada por ese demonio. Tan solo me alejo unos cientos de metros en cualquier dirección, y ella aparece como si nada hubiera ocurrido para ser devorada otra vez. Van seis veces que la veo morir de la misma forma frente a mí. Arrojé el libro. No quiero llevarlo más… sé que si continuó caminando con él la volveré a ver morir nuevamente. La batería de la Tascam está por acabarse… No sé qué suceda con la humanidad después de esto. Ellos lograron el objetivo de abrir el portal. Sobre mi brillan tres lunas de distintos tamaños: una enorme roja, otra mediana plateada, y una más, pequeña y azul. Este lugar ya nunca será más mi planeta de origen, no sé dónde estoy parado…  Natally… Sonja… mis amores… me pregunto si volveré a verlas…

 

Texto: Asterión

 

Ilustración: Fernando Cano Miranda 

 

Corrección de estilo: Alan Malváez


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