El día de ayer la comunidad Shankha celebro su tercer aniversario de ser un lugar que promueve la cultura, el arte, la permacultura y la buena convivencia. El proyecto comenzó cuando un grupo de compañeros, al conocer el lugar actual, idearon como un espacio perfecto en el que se podrían llevar a cabo grandes cosas que pudieran nutrir a las personas y la sociedad. Se abrieron a que las personas pudieran presentar ahí sus proyectos y los apoyaron para lograrlos.
Hoy la comunidad impulsa talleres de oficio como la carpintería; de artes, como la danza contemporánea y jazz; y espirituales, como el yoga. Todos los meses, el primer sábado, la comunidad abre sus puertas para un tianguis local en el que cualquier persona puede ir y vender sus productos, ya sean frutas y verduras, o salsas y mermeladas, café orgánico, tés y tisanas, repostería vegana.
Para su aniversario juntaron todo lo mejor de la comunidad. Hicieron las actividades que ahí se imparten. Dejaron que los comerciantes pudieran mostrar sus productos. Los talleres de danza contemporánea y jazz montaron sus performances en pequeños cuartos con piso en parqué. En el fondo del edificio, se vendían tacos de guisado que podías acompañar con delicioso pulque curado. Una mesita en el patio central con juegos para pasar el rato por si no alcanzabas espacio para ver las presentaciones de danza. Justo al lado otra mesita que daba a probar café y un rico pan vegano de chocolate con mermelada de fresa, solo una muestra de lo que será próximamente un café. Para hacer una velada más amena y entretenida se hizo un varieté de circo con acrobacias y clown.
Para cerrar la noche se presentó para todos una banda de música gitana, llenando de magia el cierre de este aniversario y a este lugar que vale la pena visitar.
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Fotografía: Hugo Cartagena
